EAGAN, Minn. — JJ McCarthy parecía tener una ventaja durante su regreso triunfal como mariscal de campo de los Minnesota Vikings el domingo. En varias ocasiones durante la victoria de los Vikings por 27-24 sobre los Detroit Lions, y en un momento viral en el vestuario posterior al juego, el rostro normalmente alegre de McCarthy apareció aplastado en una taza malvada.
En declaraciones a los periodistas el miércoles, McCarthy reconoció su nueva personalidad el día del partido. Se refirió a ello como «Nueve», en referencia al número de su camiseta, y dijo que era producto de su enojo por perderse 23 de sus primeros 25 juegos de la NFL debido a una lesión. McCarthy se perdió toda su temporada de novato con un desgarro de menisco en la rodilla derecha y un esguince en el tobillo derecho cinco juegos después de la temporada.
«Realmente empezó a notarse este año», dijo, «y llegó durante la IR el año pasado. Nunca ha habido una temporada completa en la que quieras estar tan asustado, pero no puedes. Simplemente hay esta ira acumulada que está lista para explotar, y elegí aprovecharla en lugar de dejar que siga un camino autodestructivo».
Los Vikings han ganado dos de las tres aperturas de McCarthy esta temporada. Anotó tres touchdowns en cada una de las victorias contra los Chicago Bears en la Semana 1 y los Lions el domingo.
El domingo, McCarthy fue sorprendido mirando al entrenador Kevin O’Connell durante su discurso posterior al partido.
Un perro de pura raza @jjmccarthy09 | @Vikingos pic.twitter.com/uXxMDALN9m
-NFL (@NFL) 4 de noviembre de 2025
O’Connell bromeó el miércoles diciendo que aprendió a «salir de mi propia seguridad personal» en esos momentos, refiriéndose a McCarthy.
McCarthy dijo: «Porque toda mi vida (en la Universidad de Michigan) tuve una cara sonriente en la mano, y (si) estás sonriendo y te estás divirtiendo, tocas bien y todo eso, eso es cierto. Pero creo que gran parte del poder proviene de la ira incorporada en tu actuación».















