Sábado, 27 de diciembre de 2025 – 20:00 WIB
Jacarta – Mantener la presión de los neumáticos de los coches es una de las cosas más comunes que los propietarios de vehículos suelen pasar por alto, a pesar de su impacto en la seguridad y el confort de conducción. Muchos conductores piensan que «más aire significa un neumático más largo», pero en realidad, unos neumáticos demasiado apretados pueden provocar accidentes graves al conductor y a su vehículo.
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El siguiente es un resumen de VIVA. Wuling Sábado 27 de diciembre de 2025 El efecto de la alta presión de los neumáticos puede provocar accidentes peligrosos.
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VIVA Automotive: Un ejemplo de neumáticos para automóviles
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1. Tracción y estabilidad reducidas
Cuando la presión de los neumáticos excede el límite recomendado, la forma del neumático cambia de modo que el área de contacto del neumático con la carretera se vuelve más pequeña. Esto significa que los neumáticos ya no pueden adherirse de forma óptima a la superficie de asfalto. Esta condición provoca una pérdida de tracción, lo que facilita que el coche patine o pierda el control, especialmente al tomar curvas o cuando la carretera está mojada.
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2. Larga distancia de frenado
Los neumáticos demasiado rígidos reducen la tracción en la carretera al frenar. Como resultado, la distancia de frenado del coche se hace más larga, especialmente en situaciones de emergencia. Esto es muy peligroso porque cada metro extra al frenar puede suponer la diferencia entre evitar o tener un accidente.
3. Alto riesgo de reventón.
Uno de los peligros más peligrosos de los neumáticos demasiado inflados es el reventón o la explosión repentina de los neumáticos. Demasiada presión de aire puede causar una tensión excesiva en las paredes de los neumáticos, además de calor por la fricción con la superficie de la carretera, lo que hace que la estructura del neumático se agriete o se rompa. Si esto sucede a altas velocidades, el conductor puede perder gravemente el control del vehículo.
4. Disminuye el confort de conducción
Los neumáticos demasiado rígidos no absorben adecuadamente los impactos y vibraciones de la superficie de la carretera. Como resultado, cada pequeño golpe, grieta o golpe se transmite directamente al sistema de suspensión y a la cabina del automóvil, lo que hace que los pasajeros se sientan incómodos, incómodos y cansados.
5. La suspensión y los componentes se rompen rápidamente
Dado que los neumáticos no absorben gran parte del impacto de la carretera, los sistemas de suspensión como los amortiguadores y los resortes helicoidales trabajan más duro que ellos. Con el tiempo, esta carga acelera el desgaste de los componentes de la suspensión, lo que significa mayores costos de mantenimiento y reemplazo.
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6. Desgaste desigual de los neumáticos y reducción de su vida útil















