Incertidumbre rodea al balonmano y al fútbol sala en España. Tanto la Liga Asobal como la Liga Nacional de Fútbol Sala (Lnfs) están en proceso de profesionalización, pero enfrentan el nuevo curso con más interrogantes que certezas sobre su desarrollo y futuro.
En junio de 2022, se anunció que la máxima competición de balonmano en España, la Liga Asobal, daría paso a la profesionalización a partir de la temporada 2023-2024. Esto ocurrió después de que los dieciséis equipos que conforman la liga se desvincularan de la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) y aceptaran las condiciones para establecerse como una liga profesional.
Un impacto importante de este cambio será la probable disminución de las subvenciones otorgadas por entidades públicas a los clubes de la competición. Jaume Fort, presidente de la Federación Catalana de Handbol, expresó que aunque es deseable que el proceso se consolide de manera positiva, todavía existen dudas, ya que la eliminación de las subvenciones podría acarrear problemas significativos.
La Liga Asobal ha tomado medidas para mejorar sus instalaciones y la calidad de las transmisiones televisivas, como parte de su proceso de profesionalización. Sin embargo, uno de sus objetivos con la profesionalización era disminuir la dependencia de patrocinios locales. En la temporada 2022-2023, la liga y sus equipos firmaron 432 acuerdos, lo que representó una reducción del 8% en comparación con la temporada anterior.
A mediados de junio de este año, la Liga Asobal solicitó la intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD) para resolver cuestiones relacionadas con la profesionalización. Se argumentó que la falta de una resolución administrativa antes del 30 de junio tendría efectos negativos en la entrada en vigor del nuevo contrato televisivo y en la relación con el patrocinador principal.
En cuanto al fútbol sala, su proceso de profesionalización es diferente. La competición presentó oficialmente en octubre del año pasado su solicitud al CSD para ser reconocida como Liga Profesional.
La Lnfs espera que, con la profesionalización, se pueda distribuir entre cuatro y cinco millones de euros entre los clubes por la venta de derechos audiovisuales. En marzo, el Partido Popular (PP) propuso en la Comisión de Cultura y Deporte que las competiciones de Primera y Segunda División de Fútbol Sala fueran calificadas como profesionales de acuerdo con la Ley del Deporte y sus disposiciones de desarrollo.
El proceso ha tenido demoras, y en abril, los clubes de Primera División de la Lnfs pidieron una respuesta urgente al CSD sobre el estado de la profesionalización.
El objetivo principal de estas ligas al profesionalizarse es incrementar los ingresos a través de la venta de derechos audiovisuales. Según Javier Lozano, presidente de la Lnfs, se espera repartir entre cuatro y cinco millones de euros entre los clubes en caso de que la liga sea considerada como profesional en términos legales.