Alex fue uno de los 65 Judokas que participaron en el festival del judo

Foto de Sebastian Schneider/Wearepepper

Para Alex Leimsider, de 17 años, el judo es mucho más que un deporte, es una forma de confianza, disciplina y comunidad. Alex nació en Budapest y actualmente estaba estudiando como pintor.

Cuando comenzó en el Festival Internacional de Judo de los Juegos Olímpicos en Poschiavo, Suiza, estaba orgulloso de lo que había logrado y cómo había crecido.

«Estoy muy orgulloso de esto en Poschiavo», dijo Alex, sonriendo cuando levantó su medalla de oro. «Porque gané».

El evento, que tuvo lugar entre el 28 de mayo y el 1 de junio, reunió 65 Judokas con discapacidades intelectuales de 10 países: Austria, Estonia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Rumania y anfitriones gracias a Suiza Toyota Motor Europe.

El calentamiento de Judoka alrededor del tatami

Diez países participaron en el festival de judo con el apoyo de Toyota Motor Europe

Foto de Sebastian Schneider/Wearepepper

Para los atletas como Alex, este festival fue lo más destacado de años de unidades de entrenamiento.

Su viaje de judo comenzó durante sus años escolares. «Iba bien», recordó, «así que llegué a un club. Pronto pude participar en una competencia especial de juegos olímpicos». A partir de este momento, Alex nunca miró hacia atrás. Independientemente de si entrena con compañeros de equipo mayores y más experimentados o mira videos de judo en casa, Alex siempre está buscando oportunidades para mejorar. «Siempre voy al entrenamiento, miro videos de judo y practico fuera de clase», dice. «Quiero ser más fuerte y mejor».

Pero lo que Alex mantiene en el tatami va más allá de las medallas. «El judo ayuda mucho, aprendemos a caer, pelear, cómo mantener el equilibrio, tanto en la mente como en el cuerpo. Y podemos encontrar muchos amigos».

De hecho, esta filosofía en Poschiavo se exhibió claramente, donde los atletas de todas las habilidades compitieron violentamente y al mismo tiempo se asociaron con el intercambio cultural y las experiencias conjuntas.

La organizadora Cecilia Emablij dijo: «La preparación fue intensa, pero la energía y la alegría del festival superaron todas las expectativas. Fue sorprendente ver tantas caras felices y atletas determinados».

Para Alex, la experiencia fortaleció el poder del deporte, no solo sus habilidades, sino también su autoconciencia y su actitud hacia la vida. «Se siente realmente bien y me ayuda mucho», dijo.



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