En 1924, París acogió los Juegos Olímpicos. Ese año, la británica Violet Percy corrió el maratón en 3 horas y 40 minutos. El récord mundial femenino actual: 2 horas y 12 minutos. En 100 años, las prestaciones deportivas han experimentado un crecimiento espectacular. Hemos intentado comprender qué ha permitido a los campeones y campeonas dar un salto tan grande: en la alimentación, en la mente y en el rendimiento físico.
En la mesa: «Un pequeño extra»
Los deportistas se han interesado por el contenido de su dieta «desde hace relativamente poco tiempo», señala el dietista nutricionista David Padaré. «Realmente comenzó en las décadas de 1970-1980. Estados Unidos y Canadá estaban a la vanguardia en este aspecto. El ciclismo y el levantamiento de pesas se interesaron bastante temprano, y los deportes más ricos como el fútbol siguieron. Todos los grandes clubes tienen ahora un nutricionista», observa el especialista, instalado en Orleans. Una alimentación bien pensada no transforma evidentemente a un burro en un caballo de carreras, pero «con talento igual, ofrece un pequeño extra», estima.
Evolución en el entrenamiento y la tecnología
El progreso en los récords deportivos no se debe únicamente a la dieta. Los métodos de entrenamiento han evolucionado considerablemente. A principios del siglo XX, los atletas se entrenaban con métodos rudimentarios y sin acceso a entrenadores profesionales. Hoy en día, la ciencia del deporte juega un papel crucial. Los entrenadores utilizan datos biométricos, análisis de rendimiento y planes de entrenamiento personalizados para optimizar el rendimiento de los atletas. Además, la tecnología ha mejorado el equipamiento deportivo. Las zapatillas de atletismo, por ejemplo, ahora están diseñadas con materiales avanzados que mejoran la amortiguación y el impulso, lo que permite a los corredores alcanzar velocidades mayores con menor riesgo de lesiones.
El impacto psicológico en el rendimiento
Otro factor importante es la preparación mental. Los atletas de alto nivel trabajan con psicólogos deportivos para mejorar su concentración, motivación y manejo del estrés. La visualización de objetivos y el uso de técnicas de relajación se han convertido en herramientas habituales en la rutina de los deportistas de élite. Esta preparación mental les ayuda a superar barreras y a mantenerse enfocados durante la competición.
La influencia de la genética y la selección de talento
No se puede ignorar la influencia de la genética y la selección de talento en la mejora de los récords deportivos. Los programas de detección de talento y las academias deportivas buscan identificar a los individuos con las características físicas y genéticas adecuadas desde una edad temprana. Esta selección temprana permite entrenar a los jóvenes atletas con técnicas avanzadas desde el inicio de sus carreras deportivas, maximizando así su potencial.