Los Rangers dejaron escapar cualquier esperanza realista de progresar en la Europa League cuando empataron 1-1 en Braga, a pesar de que sus visitantes portugueses jugaron con 10 hombres durante poco más de media hora.
Peor aún, los Rangers tenían un gol de ventaja cuando la estrella del Braga, Rodrigo Zalazar, fue expulsado, pero en cambio perdieron su ventaja gracias a un pobre empate de Gabry Martínez, y se quedaron aferrados a un punto que no ayuda en nada a sus ya desesperados sueños de llegar a los octavos de final.
El equipo de Danny Rohl ocupa el cuarto lugar en la clasificación de la fase de grupos a pesar de sumar sus primeros puntos de la temporada, y necesita un pequeño milagro para incluso ampliar la brecha de cinco puntos en los puestos de play-off con tres partidos restantes y nueve equipos de sobra.
Hasta la roja de Zalazar, el Rangers era el mejor equipo en Ibrox y lideraba merecidamente en el descanso gracias al penalti de James Tavernier tras una mano otorgada por la revisión del VAR.
Ese gol puso al capitán al nivel de la leyenda del Gers, Ally McCoist, con 21 goles europeos, y en ese momento, todo parecía color de rosa.
No durará. A pesar de la tarjeta roja de Zalazar, después de que otra revisión del VAR mostrara que había cabeceado a Nicolas Ruskin durante una colisión, Braga empató apenas ocho minutos después cuando Nasser Dziga falló un centro y brindó la asistencia perfecta para que Martínez se metiera en el segundo palo.
La falta de urgencia del Rangers por recuperar su ventaja fue aún más confusa con su hombre extra, y se volvió irrelevante cuando Mohamed Diomande recibió una segunda tarjeta amarilla en el tiempo añadido por un codazo involuntario.
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