Starbucks se ha declarado «todo en proteínas». A partir de este mes, los clientes pueden pedir café con leche con proteínas y matcha con proteínas, o agregar espuma fría con proteínas a sus cervezas frías y frappuccinos, convirtiendo el ritual diario de cafeína en algo parecido a un suplemento de entrenamiento.

No se trata sólo de elementos del menú. Esto indica cuán profundamente se ha arraigado la moda de las proteínas en la cultura estadounidense. Al otro lado del pasillo de los supermercados, la proteína se ha convertido en la nutrición del momento, resaltada con el mismo entusiasmo que alguna vez se reservó para la etiqueta «sin grasa».

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