El FC Barcelona logró un empate de 1-1 en Nápoles, un resultado que a primera vista no es negativo. El equipo dirigido por Xavi mereció más que suficiente llevarse la victoria y encaminar la eliminatoria hacia los cuartos de final de la Champions en Italia, pero el gol tardío de Osimhen llevó el enfrentamiento a decidirse en Montjuïc. Y el Estadio no es el Camp Nou. Xavi lo tiene presente.
Después del partido en el Stadio Diego Armando Maradona, que no estuvo completamente lleno pero tuvo una asistencia cercana a los 55.000 espectadores, el técnico catalán admitió que echará de menos el Camp Nou en el partido de vuelta programado para el 12 de marzo.
«Extrañamos el Camp Nou, tenemos que adaptarnos a Montjuïc. Advertí hace tiempo que esta temporada iba a ser difícil. Es una pena que no juguemos el partido de vuelta en el Camp Nou porque me imagino que tendría otro ambiente, pero sé que la afición estará increíble como siempre. Si antes la eliminatoria estaba 50-50, ahora estamos 51 a 49 a nuestro favor por jugar en casa», declaró el entrenador catalán.
Es comprensible que el técnico culé sienta nostalgia por un estadio donde él mismo ha logrado grandes hazañas y remontadas, y donde el Barcelona se ha sentido casi invencible durante un tiempo que se echa de menos y que intenta recuperar.
Ahora, en Montjuïc, con solo 17.000 abonados y socios del Camp Nou trasladados a la montaña olímpica y el resto de localidades ocupadas por turistas o visitantes ocasionales, el ambiente es diferente. Tanto es así que la semana pasada, cuando el Barcelona marcó el 1-0 contra el Granada, se formó una ola en el estadio. Algo impensable en esas circunstancias en el Camp Nou por parte de los socios y abonados habituales.
Además, se da la circunstancia de que el equipo catalán, por alguna razón extraña que se remonta al inicio de Xavi como entrenador del Barcelona, se muestra mucho más fiable fuera de casa que en su propio estadio.
Esta temporada, el equipo blaugrana no ha perdido ningún partido de LaLiga como visitante, aunque también es cierto que le faltan por visitar campos complicados en esta segunda vuelta.
En cambio, en casa, el equipo blaugrana ya ha perdido tres partidos: ante el Real Madrid (1-2), contra el Girona (2-4) y el Villarreal (3-5). Además, ha dejado puntos ante el Granada.